Reseña de jugador
( Votos)¿Qué amante de los juegos de azar no ha soñado con tener su propio casino? Y desde que se han popularizado tanto los casinos online, esa idea es la fantasía de muchos. Tal vez con uno online no puedas pasearte apreciadamente por unos alfombrados pisos mientras vigilas con ojo de halcón todo lo que ocurre sin que se te escape detalle alguno. Pero puede ser igual de satisfactorio.
¿Por dónde empezar?
Ya muchas empresas de software ofrecen sus “marcas blancas” para instalar sistemas de juego online. Son customizables, con interfaces variadas que se adaptan al gusto del usuario y su idioma, estadísticas configurables en tiempo real, la posibilidad de setear políticas de bonos, “cashback” (devoluciones) y apuestas gratis, pasarela de pagos, y se integran fácilmente mediante sus APIs.
Pero hay algo primordial de lo que ocuparse, incluso antes que del soft, e inmediatamente después de haber tomado la crucial decisión de hacer una considerable inversión en un casino online: los aspectos legales.
Porque, sí, vivimos inmersos en una virtualidad extrema, pero igual hay que tener alguna referencia geográfica. Establecer un lugar para radicar la empresa, dar una dirección postal. Porque este es un negocio de licencias. Siempre habrá una jurisdicción con poder administrativo y sancionatorio para controlar las acciones de quien instale un casino, aun si es online.
En tal sentido, las jurisdicciones preferidas suelen ser la de la isla de Malta (que así como existen “paraísos fiscales”, puede definirse como “paraíso administrativo”) o la Unión Europea. Si hablamos de Estados Unidos, hay que tener en cuenta el profundo federalismo del país, que permite que cada Estado integrante de la Unión dicte su propia legislación de fondo (inclusive, y especialmente, para el juego) de manera que habrá que considerar lo que se impone en cada uno de los más de 50 Estados. Un poco engorroso, a decir verdad. Una vez solicitada, una de esas licencias puede demorar entre 6 meses y un año.
Casinos “Prêt-à-porter”
Existen empresas que notaron estos problemas, y además de ofrecer un software con todas las funcionalidades contempladas, junto con el soft venden las licencias ya aprobadas.
Ahora bien: dados los costos, los tiempos de espera, el muy oneroso marketing necesario para que seas un operador creíble y confiable (algo que invariablemente lleva mucho tiempo, no puede acelerarse por mucha tecnología que le pongas, y que no se compra, sino que se gana) y la solidez técnica requerida para que no haya fallos carísimos… no te lo aconsejamos.
Lo mejor es que sigas jugando en alguna plataforma de las ya existentes (recuerda que el mejor casino online siempre está disponible para todos). Pero si quieres hacerlo, ¡Buena suerte!
