Después de la carrera… ¿qué?

Los caballos son criaturas orgullosas, inteligentes y fascinantes, con alma, como todo ser vivo. Viven entre 25 y 30 años y, como cualquier otro atleta, tienen un periodo de utilidad. Los magníficos animales que disfrutamos en las carreras de caballos, tienen una carrera de 2 a 3 años. Aunque todos prestamos atención a equinos de la talla del famoso Secretariat (incluso se convirtió en el tema de una película), y otros nombres legendarios, durante su estancia en las pistas, muy pocos se preguntan qué ocurre después. Nos preocupamos mientras puedan ser tenidos en cuenta para las apuestas de carreras de caballos. La mayoría de nosotros no se detiene a pensar que tienen una vida después de las carreras.

JUEGA GANADOR

Ingeniería genética

El mundo de la cría de caballos mueve millones de dólares. Los propietarios siempre consideran que los rasgos hereditarios de un equino famoso, se transferirán a su descendencia. Por ello, están dispuestos a pagar cientos de miles de dólares por contratar a un ganador de carreras como semental para sus yeguas. Este deporte es muy caro en cuanto a entrenamiento y mantenimiento, y la idea que subyace tras esta práctica es aumentar las posibilidades de criar otro ganador y, en consecuencia, los costes que ello conlleva.

A todos los efectos, esto equivale nada menos que a la ingeniería genética de los ganadores de las carreras de caballos. Solo se tienen en cuenta los caballos que han ganado carreras, lo que reduce el acervo genético a un puñado de posibilidades. Lo lógico es plantearse la pregunta candente. ¿Qué ocurre con el resto?

Reentrenamiento y reconversión

Especialmente los pura sangre pueden hacer gala de una versatilidad excepcional para hacer otras cosas además de correr. Después de todo, hay muchas otras actividades en las que los caballos pueden demostrar lo que saben hacer. Actividades como el polo, la doma clásica, el salto de obstáculos y otros eventos de exhibición. Algunas yeguas también se dedican al hacking y a montar en parques temáticos.

De hecho, en países con una larga y orgullosa tradición de carreras de caballos como el Reino Unido, existe todo un mecanismo de apoyo que se ocupa de esos animales. Su objetivo no es sólo readaptarlos. También es crear una demanda para sus segundas carreras, además de educar a los propietarios de antiguos corredores sobre cómo honrar a sus amigos con una vida plena.

No merecen el abandono

Hace más de un siglo que las monturas han perdido su utilidad como medio de transporte de un lugar a otro. Aunque todavía se utilizan con este fin en las zonas rurales, sólo un pequeño porcentaje permanece con el propietario desde el principio hasta el final de su vida. Sin embargo, un número mucho mayor es abandonado y dejado a su suerte. Y sin duda no merecen ese destino.

Además de los caballos, hay otro orgulloso conjunto de almas que se utiliza para las carreras y las apuestas. Los mejores amigos del hombre. Los galgos. En un próximo artículo examinaremos lo que les ocurre después de abandonar el mundo de las apuestas de caballos y galgos.