Reseña de jugador
( Votos)No hay mejor manera que comenzar una temporada que alzando un título y es justamente lo que consiguió Ashleig Barty llevándose la corona en el WTA 500 de Adelaida luego de vencer a Elena Rybakina con una pizarra de 6-3 y 6-2 en una final que duró apenas una hora y cuatro minutos.
La número uno del mundo en el Ranking de la WTA arrancó el certamen derrotando 2-1 a la estadounidense Cori Gauff, en cuarto se impuso a la también americana Sofía Kenin con una pizarra de 2-0, en semifinales hizo valer su localía y favoritismo derrotando 2-0 a Iga Swiatek para llegar a esa anhelada final donde impuso condiciones contra la kazaja Elena Rybakina.
Un rendimiento superlativo a lo largo del torneo llevó a la australiana a arrancar el 2022 de la mejor manera, sumando un título más a su palmarés, extendiendo esa solvencia en lo más alto del ranking y lo que puede servirle como parte de un envión anímico para encarar lo que será el primer Grand Slam de la temporada que será el Australian Open que iniciará en los próximos días.
Nadie puede discutir la calidad de la jugadora oceánica, por algo es la mejor del mundo en la actualidad, pero hay que destacar que sorprendió a propios extraños con el nivel altísimo que afrontó esta competición, teniendo en cuenta que su último partido oficial había sido en septiembre cuando quedó eliminada del US Open en tercera ronda.
De esta manera, Ashleig Barty consiguió su segundo título en el WTA 500 de Adelaida luego de haberlo ganado por primera vez en el 2020. Ahora, continuará con su preparación para lo que será el Grand Slam que se viene dentro de unos días donde intentará hacer valer la localía.

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